V1RF3 Inhibidores

Los inhibidores V1RF3 comunes incluyen, entre otros, Andrographolide CAS 5508-58-7, Celastrol, Celastrus scandens CAS 34157-83-0, Gossypol CAS 303-45-7, Tanshinone IIA CAS 568-72-9 y Ácido elágico, dihidrato CAS 476-66-4.

El receptor vomeronasal 1 237 (V1R237) es una proteína que pertenece a la familia del receptor vomeronasal 1 (V1R), que a su vez forma parte de la superfamilia de receptores acoplados a proteínas G (GPCR). Los GPCR son un grupo diverso de proteínas de membrana que desempeñan funciones críticas en la transmisión de señales desde el exterior de la célula al interior. Los receptores V1R se expresan específicamente en el órgano vomeronasal (OVN), un órgano quimiosensorial olfativo implicado en la detección de feromonas y otras señales químicas cruciales para una serie de comportamientos sociales y reproductivos en ciertos vertebrados, especialmente los roedores. El OVN está situado en la base del tabique nasal y es clave en la detección de feromonas que influyen en comportamientos innatos como el apareamiento, la agresión y la territorialidad. Se cree que el V1R237, al igual que otros miembros de su familia de receptores, se une a ligandos químicos específicos -por lo general, feromonas específicas de una especie-, lo que provoca la activación del receptor. Tras la activación, estos receptores se acoplan a proteínas G que inician una cascada de eventos de señalización intracelular. Estos eventos dan lugar a la generación de una señal eléctrica que se transmite al bulbo olfatorio accesorio en el cerebro, donde se procesa y puede dar lugar a respuestas de comportamiento.Las funciones fisiológicas y de comportamiento detalladas de V1R237 son un tema de investigación en curso, y gran parte de lo que se sabe sobre el receptor proviene de estudios en organismos modelo como los ratones. Se sabe que los receptores V1R tienen un vasto repertorio con variaciones significativas, lo que permite la detección de una amplia gama de señales químicas. La especificidad y sensibilidad del V1R237 y sus receptores relacionados ponen de relieve la complejidad de la comunicación química y su importancia evolutiva en el contexto de las interacciones sociales y la supervivencia de las especies.