TTLL5 Inhibidores

Los inhibidores comunes de TTLL5 incluyen, entre otros, la colchicina CAS 64-86-8, el nocodazol CAS 31430-18-9, la podofilotoxina CAS 518-28-5, la vinblastina CAS 865-21-4 y la eribulina CAS 253128-41-5.

Los inhibidores químicos de TTLL5 pueden tener profundos efectos sobre su función a través de diversos métodos de interacción con los microtúbulos. La colchicina, por ejemplo, ataca la actividad de TTLL5 interrumpiendo la polimerización de los microtúbulos. Esta acción dificulta la formación de la estructura microtubular que TTLL5 necesita para desempeñar su función de tubulina tirosina ligasa. El nocodazol interviene en la actividad de TTLL5 promoviendo la despolimerización de los microtúbulos, lo que podría restringir el acceso de TTLL5 al sustrato. La podofilotoxina y la vincristina también actúan uniéndose a la tubulina; sin embargo, inhiben la polimerización, impidiendo así el acceso de TTLL5 a su sustrato.

La vinblastina, la eribulina y la griseofulvina ejercen sus efectos inhibidores sobre TTLL5 a través de la interrupción de la dinámica de los microtúbulos. La vinblastina interrumpe el ensamblaje de los microtúbulos, mientras que la eribulina se une a los extremos de los microtúbulos, secuestrando la tubulina y, por tanto, inhibiendo potencialmente la actividad de TTLL5. La griseofulvina interrumpe la función de los microtúbulos de una manera que podría conducir a una reducción indirecta de la actividad de glicilación de TTLL5. El albendazol y el mebendazol inhiben la TTLL5 induciendo la degradación de los microtúbulos e impidiendo la formación de microtúbulos, respectivamente, que son esenciales para la actividad enzimática de la proteína. El parbendazol inhibe la polimerización de la tubulina, lo que se prevé que disminuya la actividad enzimática de TTLL5 sobre su sustrato tubulina. Por último, el mecanismo del tiabendazol implica una estrategia similar, en la que interfiere con la polimerización de los microtúbulos, reduciendo la capacidad de TTLL5 para llevar a cabo su función en la modificación de la tubulina. Todas estas sustancias químicas se dirigen al intrincado equilibrio de la dinámica de los microtúbulos del que depende TTLL5 para su correcto funcionamiento, inhibiendo así la actividad de la proteína.