Topo IIIβ Inhibidores

Los inhibidores comunes de Topo IIIβ incluyen, entre otros, la camptotequina CAS 7689-03-4, el clorhidrato de topotecán CAS 119413-54-6, el etopósido (VP-16) CAS 33419-42-0, el tenipósido CAS 29767-20-2 y el clorhidrato de amsacrina CAS 54301-15-4.

Los inhibidores de Topo IIIβ engloban una serie de compuestos dirigidos principalmente a la familia de enzimas topoisomerasas, esenciales para resolver los problemas topológicos del ADN durante la replicación y la transcripción. Estos compuestos pueden afectar indirectamente a Topo IIIβ alterando el equilibrio dinámico de la topología del ADN, influyendo en la disponibilidad y estructura de los sustratos del ADN sobre los que actúa Topo IIIβ y modulando la respuesta celular al daño del ADN.

Compuestos como la camptotecina, el topotecán y la β-lapacona se dirigen a la topoisomerasa I, creando complejos estabilizados entre la enzima y el ADN, lo que provoca roturas en las cadenas de ADN. Aunque estos compuestos muestran especificidad hacia la Topo I, el daño resultante en el ADN y las respuestas celulares a dicho daño pueden tener un efecto en cascada sobre las funciones de otras topoisomerasas, incluida la Topo IIIβ. El panorama alterado del daño y la reparación del ADN puede crear condiciones en las que la actividad de Topo IIIβ se vea influida indirectamente. Por otra parte, compuestos como el etopósido, el tenipósido, la amsacrina, el ICRF-193, la novobiocina, la mitoxantrona, la merbarona, el dexrazoxano y la fostriecina actúan sobre la topoisomerasa II. Esta enzima está estrechamente relacionada con Topo IIIβ en cuanto a su papel en la gestión del superenrollamiento y los enredos del ADN durante la replicación del ADN. La inhibición de la topoisomerasa II puede provocar un aumento de la demanda de otras enzimas implicadas en estos procesos, incluida Topo IIIβ. Al estabilizar los complejos ADN-enzima, intercalarse en el ADN o alterar la conformación de la enzima, estos compuestos pueden causar una acumulación de estrés topológico en el ADN. Dicho estrés puede requerir indirectamente una actividad compensatoria por parte de Topo IIIβ, convirtiéndola en una diana corriente abajo afectada por estos inhibidores.