IgG4 Inhibidores

Los inhibidores comunes de IgG4 incluyen, pero no se limitan a, Ciclofosfamida CAS 50-18-0, Azatioprina CAS 446-86-6, Micofenolato mofetilo CAS 128794-94-5, Metotrexato CAS 59-05-2 y Bortezomib CAS 179324-69-7.

Los inhibidores de la IgG4 son una clase de compuestos químicos dirigidos específicamente contra la inmunoglobulina G4 (IgG4), una subclase de la familia de anticuerpos de la inmunoglobulina G (IgG). La IgG4 se distingue de otras subclases de IgG por sus propiedades estructurales y su comportamiento biológico únicos. Una de las características más notables de la IgG4 es su capacidad para sufrir un intercambio de medio anticuerpo, un proceso en el que dos moléculas de IgG4 intercambian una de sus cadenas pesadas y cadenas ligeras, formando anticuerpos biespecíficos. Este proceso altera la capacidad del anticuerpo para reticular antígenos y puede influir en las interacciones del sistema inmunitario. Los inhibidores dirigidos a la IgG4 están diseñados para interferir con estas características estructurales distintas, que pueden afectar al papel de la IgG4 en la regulación inmunitaria y la unión a antígenos. Al inhibir la IgG4, estos compuestos ayudan a explorar el papel que desempeña esta subclase en diversos sistemas biológicos. El diseño de los inhibidores de la IgG4 suele centrarse en el bloqueo de las interacciones entre la molécula IgG4 y sus antígenos diana o socios de unión. Estos inhibidores pueden dirigirse a la región Fc, responsable de las interacciones con los receptores celulares, o pueden unirse a las regiones Fab que se unen a los antígenos. La unión de los inhibidores suele basarse en interacciones moleculares específicas, como enlaces de hidrógeno o fuerzas hidrofóbicas, que permiten una asociación fuerte y selectiva con la molécula de IgG4. Los investigadores utilizan los inhibidores de IgG4 para estudiar las distintas propiedades biológicas de esta subclase, incluido su papel en la modulación del sistema inmunitario y su impacto en diversos procesos fisiológicos. Estos inhibidores sirven como valiosas herramientas para entender la dinámica estructural y funcional de la IgG4, contribuyendo a una comprensión más amplia de los complejos comportamientos de las inmunoglobulinas.