Gastrokine 3 Inhibidores

Los inhibidores habituales de la gastrocina 3 incluyen, entre otros, la acetazolamida CAS 59-66-5, el omeprazol CAS 73590-58-6, la ranitidina CAS 66357-35-5, la famotidina CAS 76824-35-6 y la cimetidina CAS 51481-61-9.

Los inhibidores químicos de la gastrocina 3 pueden funcionar alterando el entorno gástrico a un estado que no es ideal para la actividad de la proteína. La acetazolamida, un inhibidor de la anhidrasa carbónica, puede alterar el equilibrio del pH, que es esencial para la estabilidad y la función de la gastrocina 3, provocando su inhibición. Del mismo modo, los inhibidores de la bomba de protones (IBP) como el omeprazol, el esomeprazol, el lansoprazol, el pantoprazol y el rabeprazol pueden disminuir la producción de ácido estomacal, modificando así las condiciones ácidas necesarias para el funcionamiento óptimo de la Gastroquina 3. Estos agentes modifican los niveles de pH en el estómago, lo que puede inhibir la función protectora de la proteína en la mucosa gástrica. Los antagonistas de los receptores H2 de la histamina, como la ranitidina, la famotidina, la cimetidina y la nizatidina, actúan de forma similar reduciendo la secreción de ácido gástrico, lo que puede inhibir la gastrocina 3 al crear un entorno menos ácido que el que la proteína suele necesitar para funcionar eficazmente.

Otros inhibidores químicos pueden influir indirectamente en la actividad de la gastroquina 3 dirigiéndose a vías enzimáticas y proteasas de la mucosa gástrica. La peptatina A, como inhibidor específico de las aspartil proteasas, puede inhibir las proteasas que pueden ser necesarias para la activación o la función de la gastroquina 3, aunque no se dirige directamente a la propia gastroquina 3. La alfa-1-antitripsina es un inhibidor químico de la aspartil proteasa. La alfa-1-antitripsina, que es un inhibidor de la serina proteasa, también puede inhibir indirectamente la gastrocina 3 si la actividad de la proteína está relacionada con la cascada proteolítica en la que participan las serina proteasas. La inhibición de estas serina proteasas por la alfa-1-antitripsina puede conducir a una reducción de la actividad funcional de la Gastroquina 3 debido a la dependencia de la proteína de un entorno proteolítico específico para su acción.