ACTA1 Inhibidores

Entre los inhibidores comunes de ACTA1 se incluyen, entre otros, la citochalasina D CAS 22144-77-0, la latrunculina A, Latrunculia magnifica CAS 76343-93-6, la jasplakinolida CAS 102396-24-7, la faloidina CAS 17466-45-4 y la citochalasina B CAS 14930-96-2.

Los inhibidores químicos de ACTA1 pueden alterar la función normal de los filamentos de actina dentro de las células a través de varios mecanismos, cada uno específico de la estructura química y la afinidad por los monómeros o filamentos de actina. Las citocalasinas D y B son ejemplos de compuestos que se unen a los extremos con púas de los filamentos de actina, que son los sitios preferidos para la adición de nuevos monómeros de actina. Al tapar estos extremos, impiden la elongación de los filamentos, deteniendo eficazmente la formación de nuevas estructuras de actina. La latrunculina A y el ácido tropoditiético actúan de forma diferente; secuestran los monómeros de actina, inhibiendo así su polimerización en filamentos. Este secuestro de la G-actina impide que se incorpore a los filamentos, deteniendo así la reestructuración dinámica del citoesqueleto que es esencial para diversos procesos celulares.

Otros inhibidores como Swinholide A, Chondramide y Mycalolide B se dirigen a ACTA1 cortando los filamentos existentes y uniéndose a sus extremos recién formados, impidiendo la repolimerización y provocando una disminución neta de la actina filamentosa dentro de la célula. El Swinholide A, en concreto, actúa cortando los filamentos de actina y tapando los extremos con púas. Por el contrario, Jasplakinolide y Phalloidin estabilizan los filamentos en su estado polimerizado. Esta estabilización, aunque aparentemente contraintuitiva, en realidad inhibe la función de ACTA1 al impedir el necesario recambio y la reorganización dinámica del citoesqueleto de actina. Misakinolide A y Mycalolide B también conducen al desensamblaje de los filamentos de actina, pero a través del secuestro de los monómeros de actina, añadiendo otra capa de inhibición mediante la reducción de la reserva de actina polimerizable. Por último, el S-metil DMAB altera las propiedades de polimerización de la actina modificando los residuos de cisteína de los monómeros de actina, lo que puede afectar a la formación de filamentos. La pentabromopseudilina afecta indirectamente a la función ACTA1 al dirigirse a la miosina e inhibir la interacción actina-miosina, que es crucial para la contracción muscular y el movimiento celular. Cada uno de estos compuestos, a través de sus interacciones únicas con ACTA1, sirven como poderosas herramientas para diseccionar los complejos papeles de la actina en la función celular.